Talento Unico

Qué es la crisis de sentido en el 2020

Colaboradores frustrados, talentos no reconocidos, personas infelices en su lugar de trabajo y empresas que bajan periódicamente su productividad y rendimiento. Otra pandemia preocupante y silenciosa que pide con urgencia una solución. 

Llegamos a un punto en la historia en el que explotaron diversas “crisis” que venían apareciendo hace un tiempo.

 

Crisis medioambiental, en la que hace poco vimos cómo el reloj que indica el tiempo hasta un desastre climático comenzó su cuenta regresiva en Nueva York.

La crisis sanitaria que estamos viviendo hoy y que nos obliga a replantearnos todo: la forma en que funcionamos día a día, la manera que tenemos de alimentarnos y muchas otras situaciones que concebimos como normales. Y por último la crisis social y cultural que existe a nivel mundial, donde hemos visto a países completos levantarse para exigir cambios. Y es en la última en la que podemos encontrarnos con el concepto de “Crisis de sentido”.

 

 

¿A qué se refiere?

Al hablar de crisis de sentido hacemos referencia a ese sentimiento que posiblemente muchos hemos vivido en algún momento. 

Cuando el trabajo en vez de llenarnos el corazón y motivarnos a seguir creciendo profesionalmente, nos deja cada día con una sensación peor, en la que no nos sentimos valorados por nuestro lugar de trabajo, no encontramos un propósito y nos sentimos constantemente disminuidos entre nuestros pares, lo que empeora los resultados para todo el ecosistema.

Lo más preocupante son los números. Según un estudio de la consultora Norteamericana Gallup, realizado el 2017, solo el 15% de los trabajadores a nivel mundial están felices y comprometidos con su empleo, lo que se traduce a un altísimo 85% de personas que se encuentran insatisfechas, infelices o frustradas con su lugar de trabajo.

Y es una situación que afecta a todos de manera transversal, atacando directamente al rendimiento de la empresa, evitando que nuevos talentos entren o se mantengan, generando desconfianza y control excesivo en el equipo y dirigiendo a la organización hacia un desenlace que no la favorece en el futuro.

Es importante lograr identificar las señales en la propia empresa para manejar la situación desde el comienzo y transformar la empresa en una entidad consciente, con propósito y proyección en el tiempo.